¡Hola! Me llamo Estela y soy la creadora de Kiwi&Co
Hace 5 años cuando estaba embarazada, mi hermana me pidió una joya con su leche materna. Yo, que por entonces estaba estudiando joyería, empecé a hacer pruebas hasta que di con la fórmula perfecta, para que durase y no amarilleara con el tiempo.
Ahí nacieron los primeros modelos que hoy día puedes ver en la web. Desde entonces, con mi pequeño regalo llamado Samuel y todo la experiencia que tuve con mi propia lactancia, me dedico a construir recuerdos para otras mamis.
¿Qué puedo hacer por ti? Te ayudo a tener un recuerdo de esos momentos intangibles de la lactancia con tu peque.
Por que si, ya sabes que ese momento es único y que sólo vosotros dos sabéis la historia que hay detrás.
Sólo tu mami, sabes lo que te ha costado llegar hasta aquí, y te mereces este recuerdo en forma de Joya.
Esta historia no va sobre mi, sino, sobre ti y tu peque.
Puedo ayudarte a tener una joyita de Leche Materna, de pelito, de cenizas, de flores,…todo lo que pueda recordarse y tenga cabida en una joyita.
Si quieres saber más, ¡Date una vuelta por la web, estas en tu casa!
Y si necesitas algo estoy aquí al otro lado a través de watshapp o del correo electrónico.
¡Quiero ayudarte a tener ese momento tan especial para siempre!
¡Ahora mi pasión es hacer especial la maternidad de otras mujeres, gracias al diseño personalizado con leche materna!
Con mis propias manos
¡Me apasiona la joyería bonita!
Esa que se hace mimando cada parte del proceso. Las piezas hechas a mano tienen una magia especial.
Producción local
¡Arriba el comercio justo y Km 0!
Trabajo para que el material, los proveedores y procesos, se realicen en su totalidad en la comarca.
Packaging con amor
¡Cuidando hasta el último detalle!
Tu pedido irá una cajita bonita, con un pañuelo, para conservar tus joyas y que brillen como el primer día.
¡Los mejores recuerdos son los que se pueden tocar!
Además de artesana, soy mamá igual que tú y sé muy bien que aunque querramos que el tiempo se detenga cuando tenemos a nuestros peques en nuestro pecho, la verdad es que el tiempo pasa volando y solo nos quedan los recuerdos.